Por un lado, se establece si el mayor necesita ayuda para realizar actividades cotidianas como comer, desplazarse, vestirse o cuidar el aseo personal. Se utiliza el denominado Índice de Barthel para determinar si el paciente presenta algún grado de deterioro funcional.
Este programa también se enfoca a la detección precoz de la fragilidad, es decir, de situaciones de debilidad y riesgo de caída en personas independientes o con dependencia escasa. Para ello, se mide la velocidad de la marcha, el equilibrio o la capacidad para levantarse de una silla.
El proyecto se enmarca en el Servicio de Atención a la Persona Mayor con Fragilidad o Deterioro Funcional implantado en la red Primaria en 2018. Está en la misma línea de trabajo del Plan de Atención Integral a la Fragilidad y Promoción de la Promoción de la Longevidad Saludable en personas mayores de la Comunidad de Madrid 2022-2025.
La inclusión de los pacientes en el programa se realiza, con carácter general, aprovechando que acuden a la consulta de Enfermería del centro de salud, con el apoyo de otros profesionales como médicos de familia o fisioterapeutas, principalmente.
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