“Con este acuerdo trataremos de desarrollar proyectos conjuntos que sirvan para crear un ecosistema tecnológico y social para la diversidad”, explica Marta Prieto, responsable de desarrollo en Tercera Actividad, “nuestra experiencia en atención a personas mayores y/o dependientes se sumará a la trayectoria de 3DLan en impresión 3D y herramientas de fabricación digital para facilitar la vida y la autonomía de las personas”, concreta.
Es un primer paso. Un convenio marco por el que ambas partes se comprometen a colaborar en proyectos de interés mutuo, centrados en la aplicación de la impresión 3D para mejorar la salud y calidad de vida de las personas mayores y/o dependientes. Otro de los retos del acuerdo es promover y reconocer la importancia del uso adecuado de la tecnología, para potenciar la atención a colectivos en riesgo de exclusión social en el ámbito de la salud y la asistencia.
La colaboración incluye, además, el intercambio de información y mejores prácticas, así como la organización de talleres, seminarios y eventos para promover el uso responsable y beneficioso de la impresión 3D. Se establecen así diversas líneas de colaboración para la realización de proyectos y acciones específicas futuras que requerirán de otros acuerdos más específicos.
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