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Implantes dentales como herramienta para prevenir el deterioro físico y emocional en mayores

Implantes dentales como herramienta para prevenir el deterioro físico y emocional en mayores.
Implantes dentales como herramienta para prevenir el deterioro físico y emocional en mayores.

La pérdida de dientes es un problema frecuente en personas mayores: afecta la nutrición, altera la autoestima, dificulta la comunicación y, a menudo, pasa desapercibido hasta que genera consecuencias graves. Una solución eficaz en muchos casos son los implantes dentales. Este artículo explora cómo estos dispositivos no solo restauran la funcionalidad física, sino que también contribuyen al bienestar emocional y psicológico de pacientes mayores.

Mejora de la calidad de vida: evidencia científica

Según un estudio longitudinal, los mayores que recibieron implantes dentales reportaron mejoras significativas en su calidad de vida relacionada con la salud oral, medida con herramientas como el OHIP (Oral Health Impact Profile) y el SF-36 para bienestar general. Más aún, quienes optaron por dentaduras convencionales experimentaron mejoras mucho más modestos.

Una revisión reciente corroboró estos resultados: pacientes rehabilitados con prótesis sobre implantes mostraron un bienestar emocional y funcional claramente superior al de quienes no recibieron rehabilitación o usaban soluciones removibles.

Además, una investigación en Ecuador con más de mil participantes encontró que implantes, ya sean individuales o soportados por múltiples piezas, mejoraron de manera sustancial no solo la función masticatoria, sino también la autoestima.

Beneficios físicos concretos

  • Nutrición mejorada: los implantes vuelven a permitir comer alimentos sólidos y ricos en nutrientes, lo que contribuye a un estado físico más saludable.
  • Preservación ósea: este tipo de prótesis retroalimenta el hueso, lo que evita la reabsorción ósea y mantiene la estructura facial, evitando el aspecto hundido típico del envejecimiento.
  • Funcionalidad oral: en pacientes mayores se observa mejor rendimiento de funciones como masticación, deglución y articulación, lo cual es crucial para prevenir la fragilidad (aquí el estudio).

Impacto emocional y social

La restauración de dientes perdidos permite una sonrisa auténtica y sin restricciones, algo que va más allá de la estética. Hablar, reír y socializar sin vergüenza tiene un papel fundamental en el mantenimiento de la autoestima y la calidad de vida.

Tal como lo resume un estudio en Environmental Health and Preventive Medicine: pacientes mayores que recibieron implantes experimentaron mejoras significativas en su salud mental según escalas como GHQ‑12, incluyendo mejor calidad de sueño.

La Dra. L. Molina, odontóloga especializada en rehabilitación oral en la red de clínicas dentales Implantdent, señala que “en pacientes mayores con dificultades para masticar o que evitan socializar por la falta de dientes, un implante puede representar un cambio profundo: recuperan la autonomía para comer, la confianza para hablar sin taparse la boca y la expresividad de una sonrisa sincera. Es una intervención que va mucho más allá de lo físico”.

Para muchos mayores, los implantes dentales representan una solución que combate el deterioro físico, actúa como refuerzo emocional y social, y brinda una recuperación integral de la funcionalidad oral. Incorporar este enfoque en un modelo de atención dental orientado al bienestar integral puede transformar profundamente su calidad de vida.

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