El encuentro se abrió con la ponencia “Los cuidados de larga duración en la Unión Europea”, de Josef Pacolet, de la Universidad de Lovaina. Este experto hizo un repaso por los Sistemas de Dependencia en diferentes países de la UE y constató que, en muchos países, es necesario desarrollar más los cuidados de larga duración, ya sean en casa o en las residencias. El objetivo es conseguir servicios de alta calidad. En este sentido, sentenció que “no hay beneficio sin retribuciones, gasto sin impuestos”. Y que se deberían revisar el sistema de pensiones, el copago y la financiación si se quiere dar una respuesta adecuada a los cuidados y atención a las personas mayores.
Durante la jornada, todos los expertos coincidieron en que la financiación es una de las cuestiones fundamentales, sino la principal, cuando se habla de avanzar y mejorar el sistema de dependencia. Para abordar este aspecto, Julia Montserrat, doctora de Economía e investigadora en el ámbito de la protección social, analizó algunos de los fallos del modelo de financiación del Sistema de Atención a la Dependencia (SAAD). Habló de las ventajas e inconvenientes de la prestación vinculada: “Se otorga de forma más rápida y baja la lista de espera, además, sale más barato a las comunidades autónomas, pero tiene inconvenientes que los usuarios tienen que conocer, como por ejemplo que al final tienen que aportar más dinero para pagar el servicio”. También comentó sobre el copago y su impacto en la renta de las personas usuarias y sugirió que la Administración Pública debería ser más transparente aportando esos datos.
La primera mesa redonda del encuentro, “Gobernanza, provisión y calidad”, Vicente Marbán, profesor titular de la Universidad de Alcalá de Henares y autor y coautor de diversos artículos y libros sobre reformas del Estado de Bienestar sobre dependencia, explicó la génesis de nuestro sistema de dependencia y los retos principales que hay que superar. “Se debe conciliar armonización con flexibilidad, con proximidad, con autonomía y con la capacidad de las personas para decidir”, sostuvo. También reivindicó la igualdad en el acceso en todo el territorio nacional: “Es necesario que al menos garanticemos unos derechos de acceso y cobertura similares en cuanto a tramitación de prestaciones y en listas de espera”. Y subrayó la importancia de mejorar la coordinación y la lealtad institucional entre las Administraciones Públicas. Otro reto fundamental que resaltó es el de la coordinación sociosanitaria. Según apuntó, la Ley de Dependencia ya nació con una limitación en este sentido. “La falta de coordinación en aquel momento entre los ministerios de Sanidad y de Asuntos Sociales sigue siendo un lastre para el sistema”.
En este debate también intervino Pablo Rubio, director de Operaciones en Caser Residencial, que plateó si“tenemos que estar esperando a que la Ley de Dependencia nos ayude a evolucionar en el modelo de cuidados o realmente tenemos que hacerlo nosotros como gestores, operadores y actores del modelo de cuidados a personas con dependencia, no solamente de los proveedores de servicios, sino de todo el ecosistema de las empresas e instituciones que formamos parte de éste”. En este sentido, explicó cómo es el modelo de provisión de servicios de Caser y cómo lo están prestando. “Nos hemos encontrado dificultades, hemos aprendido y, al final, estamos haciendo una revolución silenciosa, una evolución del modelo de cuidados”. Presentó su modelo “Best Place to Work”: “Ya no somos una empresa de residencias de mayores ni una empresa de ayuda a domicilio, somos una empresa de cuidado a personas con dependencia. De esa manera acompañamos a la persona en ese itinerario con cualquier ayuda que requieran”.
Por último, Joseba Zalakaín, director del Servicio de Información e Investigación Social (SIIS), puso el acento en la intensidad y la calidad de la atención, aspectos a los que, a su juicio, no se le otorga la relevancia precisa. Zalakaín destacó la necesidad de diversificar y flexibilizar los apoyos que necesitan las personas con dependencia. En este sentido, las prestaciones son una solución, pero consideró que, si se va a convertir en la tendencia, primero la cuantía debería incrementarse. Asimismo, para mejorar la calidad, es clave establecer un modelo de inspección más efectivo. “En nuestro país tenemos un modelo de regulación muy detallado, basado sobre todo en requisitos funcionales y materiales relacionados con las estructuras y procesos, y es necesario que se centre más en elementos como la personalización de la atención, la dignidad en el trato y el reconocimiento de los derechos”. También con respecto al modelo de inspección sugirió más independencia.
Por su parte, Dolors Comas, de Departamento de Antropología, Filosofía y Trabajo Social de la Universidad Rovira Virgili explicó que, como consecuencia de la pandemia, ha habido un movimiento que ha hecho reconsiderar hasta qué punto estábamos satisfechos con el sistema de atención a la dependencia. “Se ha evidenciado que es insuficiente e insatisfactorio porque conduce hacia la institucionalización en residencias que es algo que no deseamos, y que seguramente se podría o bien evitar o bien retrasar”, apuntó. Debido a ello, ha habido un cambio de relato, que en España se ha concretado en la palabra desinstitucionalización. Según esta experta, la desinstitucionalización ha de ir acompañada de dos vectores básicos: la desfamiliarización y la desfeminización del cuidado.
Otra cuestión importante en el avance de los cuidados de larga duración se centra en la digitalización. A este respecto, David Villaverde, director de Transformación y Excelencia de Ilunion, describió qué es la digitalización y qué aspectos son fundamentales para aplicarla a los servicios que se prestan en el cuidado a las personas dependientes. “La tecnología es una aliada para la personalización, la transparencia y la mejora de los cuidados de las personas de dependientes, pero no podemos olvidar que, al final, la base de todos los cuidados sigue siendo la relación de las personas que cuidan y son cuidadas”, recordó. En su opinión, la digitalización tiene amplias ventajas, pero presenta retos que deben resolverse correctamente para que su desarrollo se encamine en el sentido correcto.
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