La Fundación Edad&Vida ha celebrado esta semana su X Congreso Internacional de Dependencia y Calidad de Vida, bajo el lema “Cuidando juntos, cuidaremos mejor”, un encuentro que ha reunido a más de 600 profesionales, investigadores, responsables públicos y representantes del sector empresarial y del tercer sector. Durante dos jornadas, el Auditorio L’Illa de Barcelona se ha convertido en un espacio de reflexión y propuestas en torno a los grandes desafíos del envejecimiento y la necesidad de avanzar hacia un modelo de cuidados realmente integrado, humano y sostenible.
En esta décima edición, los expertos han abordado cuestiones como la coordinación sociosanitaria, la sostenibilidad del sistema de cuidados, la escasez de profesionales y la mejora de las condiciones laborales y la formación, junto a la búsqueda de nuevos modelos de gobernanza y financiación que garanticen el futuro del Estado del Bienestar. También se ha reivindicado la importancia de escuchar a las personas mayores y a quienes las cuidan, de impulsar la innovación tecnológica con sentido humano y de construir alianzas reales entre instituciones, empresas y ciudadanía.
Un foro consolidado para cuidar mejor cuidando juntos
El congreso, considerado ya el principal foro nacional en materia de integración sociosanitaria, ha contado con figuras de referencia como Jonathan Cylus (London School of Economics), Javier Yanguas, Marco Inzitari y José Augusto García Navarro, así como con la participación de los secretarios de Estado de Sanidad, Javier Padilla Bernáldez, y de Derechos Sociales, Rosa Martínez Rodríguez, cuyas áreas han estado muy presentes en el debate técnico e institucional. La exministra Ana Pastor también ha intervenido, reclamando una transformación del modelo sociosanitario que combine humanismo, eficiencia y tecnología al servicio de las personas.
El presidente del Comité del Programa, Josep Maria Via, ha recordado que la falta de una integración real entre los sistemas social y sanitario “genera ineficiencias, multiplica los costes y reduce la calidad de vida de las personas”. A su juicio, “no hay soluciones mágicas, pero sí experiencias y cambios culturales que debemos compartir y evaluar para avanzar”.
Escuchar primero a las personas
La sesión inaugural ha estado protagonizada por las propias personas mayores y por quienes las cuidan. En el escenario han participado desde personas con alta dependencia o demencia incipiente hasta cuidadores informales y una mujer de 86 años que ha continuado practicando alpinismo, aportando sus testimonios sobre cómo desean ser cuidadas y qué esperan del sistema.Durante la apertura, el presidente de la Fundación, Joaquim Borràs, ha subrayado la necesidad de “impulsar la corresponsabilidad y el equilibrio entre el sector público y la iniciativa privada” para afrontar con eficiencia los desafíos del envejecimiento. Por su parte, la directora general del IMSERSO, Mayte Sancho, ha destacado que sin la voz de las personas “no puede existir un buen cuidado” y ha recordado que “la inversión en cuidados sigue siendo insuficiente y es hora de convertirla en una verdadera prioridad social”.
Integrar para transformar
El programa científico se ha estructurado en torno a cuatro módulos troncales que han permitido abordar la integración sociosanitaria desde diferentes ángulos y han bajado las ideas a la práctica.
El primero ha puesto de relieve cómo la arquitectura, el urbanismo y la planificación comunitaria añaden valor a la sostenibilidad de los cuidados, mostrando experiencias que han integrado residencias de pequeña escala en el barrio, han reutilizado vivienda pública en desuso y han incorporado telemedicina avanzada para mejorar la atención a la demencia, junto con proyectos urbanos y residenciales que han priorizado la personalización y los espacios de convivencia.
El segundo módulo ha revisado con mirada crítica los modelos de Italia, Reino Unido y Suecia, de los que se han extraído buenas prácticas y advertencias útiles para el contexto español.
El tercero se ha centrado en experiencias territoriales evaluadas en Andorra, Cataluña y Castilla y León: la detección precoz de fragilidad para activar intervenciones preventivas; la incorporación del “visor social” -una batería de indicadores sociales- en la historia clínica para mejorar la toma de decisiones compartida; y proyectos que han demostrado que la tecnología y la innovación han favorecido la integración efectiva de servicios.
Por último, el cuarto módulo ha defendido el “dividendo de los cuidados”, subrayando que invertir en integración sociosanitaria es invertir en sostenibilidad, no solo económica, sino también social y en salud, y ha reencuadrado el gasto como una inversión con retorno en calidad de vida y eficiencia del sistema.
Más de una docena de mesas paralelas y un debate abierto
A los módulos principales se han sumado doce sesiones paralelas que han profundizado en temas como la formación de cuidadores, la prevención de la cronicidad, la atención domiciliaria, la financiación de la longevidad, la nutrición en centros residenciales o las alianzas público-privadas. Todo ello con un enfoque común: hacer del sistema de cuidados un espacio de dignidad, innovación y sostenibilidad.
El X Congreso Internacional de Dependencia y Calidad de Vida ha concluido con un mensaje compartido por todos los ponentes: la urgencia de avanzar hacia un sistema sociosanitario realmente integrado, que ponga a la persona en el centro, reconozca el valor de los profesionales y garantice la sostenibilidad de los cuidados.La Fundación Edad&Vida ha reafirmado su compromiso con la creación de conocimiento, el impulso de la colaboración público-privada y la difusión de







