Para ello, ha preparado un decálogo sobre el edadismo (discriminación por la edad) para sus empleados/as de los centros de EULEN Sociosanitarios de personas mayores o con discapacidad, para que ayuden a erradicar esos sesgos que, sin saberlo, nos hacen ver a las personas en función de su edad y no en función de ellas mismas.
Muchas veces hablamos alto cuando la otra persona es mayor (ser mayor no significa estar sordo), usamos expresiones como cariño, bonita, cielo, abuelo/a … sin ser nuestra familia, hablamos con ellos en plural o como «los jubilados», «los jubiletas», «nuestros mayores», «los abuelos», «los milennials», «nuestros jóvenes».
Incluso utilizamos expresiones como «está muy bien para su edad», «eso son cosas de la edad», «a su edad eso no se hace»… Hablamos de ellos sin incluirlos en la conversación estando presentes o nos dirigimos a los familiares (hijos o padres) para preguntar, explicar, pedir opinión… sobre temas que se refieren a ellos. Pero no es un tema solo de las personas adultas mayores, sino que también pensamos que los jóvenes son irresponsables, los adolescentes están siempre con las redes sociales, los jóvenes solo quieren divertirse, etc.
Si se eliminan esos sesgos edadistas, mejora la sociedad, la calidad de vida y el bienestar, preservando los derechos de todos/as las personas.
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