La iniciativa CRECE se desarrolla en 51 localidades de 15 provincias con el compromiso de intervenir con más de 2.700 personas participantes en situaciones de vulnerabilidad social. Estas personas que presentan el riesgo de no poder seguir viviendo en sus hogares y comunidad, al igual que ocurre con las que ya han sido institucionalizadas, tienen la posibilidad de permanecer en su entorno más cercano o retornar al mismo. Por ello, Cruz Roja suma fuerzas y colabora con entidades sociales, con la ciudadanía, con el comercio local, con asociaciones vecinales y con la administración pública para evitar que las personas que sufren soledad no deseada y, debido a ello, ven mermada su empleabilidad, estado de salud y su autonomía puedan permanecer en su entorno el mayor tiempo posible y aporten su valía a la sociedad mediante el proyecto CRECE.
El proyecto cuenta con una investigación sobre ‘Percepción y vivencia de la soledad no deseada y respuestas en el ámbito comunitario’ para identificar cuál está siendo la intervención en este ámbito y en qué percepción tienen los diferentes colectivos atendidos en CRECE con respecto a la soledad no deseada. Este trabajo permitirá a Cruz Roja mejorar las respuestas a ofrecer y personalizarlas en cada situación.
CRECE sumará, complementará y ampliará las respuestas que desde Cruz Roja se dan a las diferentes necesidades detectadas en las personas que acuden a sus asambleas locales desde una perspectiva comunitaria, en colaboración con entidades y administraciones, y promoviendo nuevas actividades que aborden la soledad no deseada, reduzcan el riesgo de institucionalización y apoyen la desinstitucionalización de estos grupos sociales.
Asimismo, supone para Cruz Roja la oportunidad de diseñar y testar respuestas tecnológicas que ayuden a paliar situaciones de soledad no deseada reforzando la intervención directa que se realiza con cada persona.
Todo ello repercutirá en la población con la disminución del sentimiento de soledad no deseada, la mejora en la autonomía, la aplicación de capacidades y el empoderamiento, la defensa de los derechos de las personas a permanecer en el entorno en el que viven el mayor tiempo posible, y el aprovechamiento de la tecnología incorporada a las nuevas formas de cuidado. Además, en los jóvenes y las mujeres, permitirá ofrecer más alternativas para mejorar la empleabilidad y participar en actividades que les permitan ampliar su red social con personas con intereses similares, y sentirse acompañados en su desarrollo personal, profesional y laboral.
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