El Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CEAPAT) celebró una jornada bajo el título “Tecnologías habilitadoras, personas con discapacidad y personas mayores”, en la que se han dado cita especialistas del ámbito sociosanitario, tecnológico y académico.
El acto se abrió con una ponencia marco a cargo de Carmen Sánchez Carazo, doctora en Medicina, Máster en Bioética y asesora del Foro Justicia y Discapacidad del Consejo General del Poder Judicial, centrada en los desafíos éticos que plantea la aplicación de la inteligencia artificial en la vida de las personas con discapacidad.
En su intervención, Carmen Sánchez Carazo destacó los retos éticos de la inteligencia artificial aplicada a las personas con discapacidad. Señaló la necesidad de mantener un equilibrio entre el enorme potencial de estas tecnologías y los riesgos que conllevan en relación con la privacidad, la autonomía y la libertad. Recordó que “no todo lo técnicamente posible es éticamente aceptable”, subrayando la importancia de garantizar siempre el respeto a los derechos y la dignidad de las personas.

A continuación, Fuensanta García (INROBICS) y Alberto Jardón (Laboratorio de Robótica Asistencial de la Universidad Carlos III de Madrid) abordaron los avances de la robótica aplicada al ámbito sociosanitario. García, terapeuta ocupacional y asesora clínica, puso el foco en la importancia de la colaboración entre tecnólogos y personal sanitario para desarrollar soluciones realmente útiles en rehabilitación. Explicó que la robótica social asistencial “permite hacer más partícipe al paciente en su tratamiento, favorece su motivación y fomenta la adherencia”, y subrayó que este tipo de herramientas nunca deben pretender sustituir al profesional clínico, sino complementarlo.
Innovación y accesibilidad
Por su parte, Alberto Jardón, investigador del Laboratorio de Robótica Asistencial de la Universidad Carlos III de Madrid, repasó los avances de la robótica aplicada al ámbito sociosanitario y doméstico, destacando el papel clave de la inteligencia artificial para afrontar entornos reales y complejos. Recordó que uno de los grandes retos es garantizar la accesibilidad y la transferencia de estas innovaciones fuera del laboratorio, subrayando que “nos gustaría poder democratizar el acceso de todas estas tecnologías para que sean lo más accesibles posibles a todos, a todas las personas, a todos los bolsillos”. En este sentido, señaló que la combinación de robótica e inteligencia artificial “nos da un potencial de generalizar soluciones” que hace apenas unos años parecían muy lejanas.
La jornada continuó con la intervención de Patricia Barroso (NeuroX Group), que presentó experiencias de inteligencia artificial, realidad virtual y terapias digitales en neurorrehabilitación, antes de la pausa café.
En el bloque de realidad virtual, Javier Pereira (Universidade da Coruña) y Margarita Garrido (Fundación ADCOR) expusieron el Proyecto Atendis-VR de estimulación cognitiva, mientras que, por su parte, Marta Orduna (Nokia) y Ainhoa Fernández (Fundación Juan XXIII) presentaron Incluverso, un metaverso diseñado para la inclusión de personas en situación de vulnerabilidad psicosocial.
La última mesa estuvo dedicada a las experiencias en los centros de referencia del Imserso, con las aportaciones de Enrique Pérez (Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias) e Inmaculada Gómez (Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral).
El encuentro concluyó con un llamamiento a seguir impulsando la colaboración entre instituciones, entidades sociales y empresas tecnológicas para garantizar que la innovación digital tenga siempre un enfoque inclusivo y ético.







