El Ayuntamiento de Madrid continúa su avance en la digitalización del servicio municipal de Teleasistencia Avanzada, una prestación esencial que garantiza la seguridad, autonomía y tranquilidad de más de 150.000 personas mayores de 65 años y ciudadanos con dependencia reconocida. Así lo puso de manifiesto la vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, durante la presentación del balance de este servicio, acompañada por el delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, y el concejal del distrito Moncloa-Aravaca, Borja Fanjul.
La presentación tuvo lugar en el Centro Municipal de Mayores Infante Don Juan, y allí se destacó cómo la transformación digital de este recurso ha supuesto una revolución silenciosa en el cuidado y acompañamiento de las personas mayores de la capital, fomentando su longevidad activa y reduciendo situaciones de soledad o emergencia. Como declaraba Inma Sanz, “lo que estamos haciendo desde el Ayuntamiento de Madrid es acompañar a las personas mayores de nuestra ciudad, facilitarles que puedan envejecer de la mejor manera posible, con autonomía, con calidad de vida y siempre que quieran y puedan en sus propios domicilios”.
Por su parte, José Fernández aseguraba que “el objetivo es que los mayores puedan tener autonomía, puedan estar en sus casas y al mismo tiempo tengan la seguridad de que si pasa algo, su ayuntamiento y su administración más cercana está detrás. Además, hemos tenido ocasión también de presentar una experiencia piloto, que es la utilización de la teleasistencia, en este caso para las personas sin hogar. Por ahora, esa teleasistencia está siendo experimental y los resultados en las pocas personas usuarias que hemos tenido ocasión de que lo utilicen también está siendo satisfactorio”
Tecnología al servicio del bienestar
Desde el verano de 2023, el servicio de Teleasistencia Avanzada está inmerso en un proceso de evolución tecnológica gracias al nuevo contrato de gestión aprobado por el Ayuntamiento, con un presupuesto plurianual de 128 millones de euros. Este contrato incluye la incorporación de dispositivos tecnológicos que permiten personalizar el acompañamiento y mejorar la calidad de vida de los usuarios, adaptándose a sus diferentes perfiles y necesidades.
A día de hoy, más de 24.000 personas disponen de pulseras con sensores de caída integrados, 18.000 domicilios están equipados con detectores de humo o gas, y 3.000 ciudadanos usan relojes inteligentes con botón SOS y geolocalización, que les permiten solicitar ayuda incluso fuera de casa. A estos avances se suman dispositivos de apertura de puertas en remoto, sistemas adaptados para personas con discapacidad y aparatos de telemonitorización de constantes vitales y control de medicación.
Cerca de 150.000 usuarios se beneficiaron de este servicio municipal en 2024 y el Consistorio está incorporando soluciones tecnológicas punteras que refuerzan el objetivo de esta prestación
“El propósito que guía al Ayuntamiento en esta transformación es más profundo de lo que parece, porque supone pasar de un papel más o menos pasivo en el que el usuario aprieta un botón para avisar de un problema a uno que es mucho más activo en estos momentos, que es capaz de detectar esas caídas, esas alteraciones de las rutinas, incluso de las constantes vitales y, por lo tanto, que nos permite actuar de una manera mucho más proactiva y no tan reactiva”, destacaba Sanz.
Del botón rojo a la inteligencia artificial
La base del servicio de Teleasistencia sigue siendo el conocido “botón rojo”, presente en los colgantes tradicionales que aún usan más de 98.000 personas. Sin embargo, muchos usuarios están optando por alternativas más avanzadas. Además de los mencionados relojes inteligentes y pulseras con sensores de caída, se han distribuido dispositivos que detectan cambios en rutinas habituales, por ejemplo, si alguien no abre la puerta de la nevera o no se levanta de la cama a una hora determinada.
Como afirmaba Inma Sanz, “en los últimos dos años se ha llevado a cabo una auténtica revolución, incorporando esa nueva tecnología que no solo mejora la atención las prestaciones del servicio, sino que también supone un cambio de paradigma, un cambio que simboliza el paso del tradicional botón rojo por dispositivos digitales de última generación como pulseras, relojes e incluso detectores de rutina que proporcionan muchas más funcionalidades que solo el botón”.
Más de 24.000 personas disponen de pulseras con sensores de caída integrados, 18.000 domicilios están equipados con detectores de humo o gas, y 3.000 ciudadanos usan relojes inteligentes
Estos sensores, que integran sistemas de inteligencia artificial, envían alertas en tiempo real ante comportamientos inusuales, permitiendo actuar con rapidez ante posibles emergencias. Actualmente, 487 personas ya cuentan con estos sistemas instalados en sus viviendas.
Uno de los aspectos más significativos del proceso ha sido la sustitución de 73.000 terminales analógicos por versiones digitales más modernas, que mejoran la conectividad, permiten la monitorización en tiempo real y se actualizan de forma remota. El Ayuntamiento, junto con la Comunidad de Madrid, continúa con la renovación de más de 30.000 terminales analógicos aún operativos.
Un servicio inclusivo y adaptado
La Teleasistencia Avanzada también se adapta a las personas con discapacidad mediante terminales activables por voz o soplido, teléfonos con teclas grandes, lazos inductivos y sistemas de iluminación inteligente, entre otros. En total, ya se han concedido 1.139 dispositivos de este tipo.
Asimismo, se han instalado 23 mecanismos de apertura de puertas en remoto, especialmente útiles para personas con movilidad reducida. Paralelamente, unas 180 personas cuentan con dispositivos que permiten el control remoto de su salud a través de llamadas o videollamadas, facilitando el seguimiento médico sin necesidad de salir de casa.
Respuesta inmediata y atención constante
La Teleasistencia Avanzada no es únicamente un servicio tecnológico. Su gran valor reside en el acompañamiento humano y profesional que ofrece las 24 horas del día, todos los días del año. En 2024, el equipo de profesionales realizó más de 4 millones de llamadas de control proactivas y atendió 1,2 millones de llamadas de los usuarios. Además, se llevaron a cabo 225.000 desplazamientos de apoyo domiciliario ante situaciones de emergencia y se realizaron más de 35.000 visitas de seguimiento e intervención psicosocial.
Este acompañamiento también incluye programas específicos de prevención del deterioro cognitivo, salud mental, atención al duelo, prevención del suicidio y lucha contra la soledad no deseada. Se trata, en definitiva, de un servicio que cuida tanto el cuerpo como la mente.
Usuarios satisfechos y protegidos
Los datos de satisfacción avalan el éxito del modelo madrileño de teleasistencia. En la encuesta realizada en 2024, el 90 % de los usuarios afirmó sentirse más seguros desde que utilizan el servicio, mientras que el 73 % aseguró que ha sido clave para poder permanecer en su domicilio de forma autónoma. La nota media otorgada fue de 9,5 sobre 10.
El perfil mayoritario del usuario es el de mujer (73 %) de más de 80 años que vive sola y presenta un riesgo social leve. El sistema, sin embargo, también se ha abierto a colectivos más vulnerables. Prueba de ello es el proyecto piloto iniciado en el Centro de Acogida San Isidro, donde siete personas sin hogar han sido equipadas con dispositivos de teleasistencia y han recibido formación para utilizarlos. Esta iniciativa ha permitido, por ejemplo, alertar caídas en la calle y recordar citas médicas, con resultados altamente positivos.
Acceso universal
Uno de los logros sociales más destacados ha sido la extensión de la gratuidad del servicio. Desde enero de 2025, el Ayuntamiento ofrece Teleasistencia Avanzada sin coste alguno a todas las personas mayores de 88 años (anteriormente era a partir de los 90), lo que ha beneficiado a más de 27.700 ciudadanos, quienes se ahorran entre 72 y 144 euros al año.
A ello se suman otros 56.800 usuarios que, al tener ingresos inferiores a 614,30 euros mensuales, están exentos del pago de esta prestación. De este modo, la situación económica deja de ser una barrera para acceder a un recurso vital.
La solicitud de la Teleasistencia Avanzada puede realizarse de manera sencilla llamando al 010 o al teléfono gratuito del mayor (900 111 065), o acudiendo presencialmente al centro de servicios sociales correspondiente.