Entre las principales irregularidades identificadas, más allá del tiempo para obtener el certificado de discapacidad, a partir de una encuesta a más de 600 personas de todo el país, se destaca que en el 60% de los casos no se ha tomado en cuenta la afectación en la vida diaria de las personas, ignorando aspectos como el esfuerzo para realizar actividades básicas o el grado de dolor experimentado.
Además, el 55,5% de los encuestados reporta que durante el proceso de valoración no se ha tenido en cuenta todas las pruebas e informes aportados y el 63% señala que tampoco se han valorado las múltiples enfermedades o trastornos que tienen. Igualmente, desde que se está aplicando el nuevo baremo, se ha producido un incremento del 6% en el número de personas que no consiguen el grado mínimo para tener reconocida una discapacidad (33%).
“La realidad es que dos años después de la entrada en vigor del nuevo baremo de discapacidad, la situación actual sigue siendo preocupante. Las personas con discapacidad siguen enfrentando obstáculos significativos”, destaca el presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga, subrayando que “sin una aplicación integral del nuevo baremo se está incumpliendo la Convención Internacional sobre los derechos de las Personas con Discapacidad”.
«Existe una carencia significativa de recursos y formación para el personal encargado de la valoración, lo que provoca que las personas estén siendo mal valoradas y no puedan acceder a los recursos dirigidos a promover la igualdad de oportunidades”, apunta el presidente de la Confederación.
La falta de equidad y de cohesión territorial está haciendo que según donde vivan las personas, tengan derechos diferentes. Ante esta situación, COCEMFE exige la aplicación inmediata y de manera integral del nuevo baremo de discapacidad, garantizando una valoración adecuada y equitativa para todas las personas e insta a las diferentes administraciones a hacer un esfuerzo de cohesión y apuesten por la equidad, poniendo en marcha medidas de manera inminente para dotar de recursos humanos y técnicos a los centros de valoración, de manera que puedan atender con rigor y de manera correcta a las personas de todo el territorio nacional.
Obtener la valoración del grado de discapacidad es la puerta de acceso al sistema de derechos establecidos en nuestro país para una persona con discapacidad. Si no se tiene esta acreditación se queda fuera del sistema. La Convención establece el derecho de las personas con discapacidad a acceder a los mismos derechos y beneficios que el resto de la población, sin discriminación por lo que “es acuciante invertir en recursos humanos y materiales para garantizar un despliegue efectivo del nuevo baremo. Sin presupuesto adecuado y recursos suficientes, se seguirán vulnerando los derechos de las personas con discapacidad”, concluye el presidente de COCEMFE.
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