Las personas mayores y dependientes están especialmente expuestas a las pérdidas, y poseen en algunos casos menos herramientas que permitan afrontarlas. Esto se debe a un progresivo aislamiento y la desaparición de recursos personales y sociales a su disposición. En este sentido, el programa «Haciendo Historia» de ASISPA permite enfrentar las pérdidas y elaborar duelos, liberar de la memoria hechos penosos del pasado e incluso constituirse en un refugio que funcione como mecanismo de defensa. Además, tiene refuerz la identidad y aumentar la autoestima.
El proyecto de ASISPA crea biografías ilustradas a partir del relato que las personas participantes hacen de su propia vida. La narración se enriquece con fotos que la persona cede. El resultado final se presenta en un libro-álbum de cuidada edición en gran formato que se entrega a la persona. En este proyecto, el trabajo de narración facilita a las personas participantes la oportunidad de incluir transformaciones subjetivas, introduciendo nuevas uniones posibles entre el tiempo vivido y la necesidad que cada persona tiene de reconocerse a sí misma.
En la actualidad, cuenta con más de veinte biografías editadas. Para elaborar la historia de vida se establece un diálogo fluido con la persona protagonista del relato, mostrándole respeto y atención para elevar la dignidad del discurso y reforzar su identidad en el presente y se registran de la forma más fiel posible los recuerdos y reflexiones expresados por ella.
El proyecto Haciendo Historia ha generado un efecto positivo en casos de sintomatología depresiva, ya que favorece la elaboración y encauzamiento de procesos de duelo, reforzando la identidad y aumentando la autoestima afirman Antonio Caba, responsable de Calidad de ASISPA, e Irene Pariente, directora del Centro Integrado Jazmín, de titularidad municipal, gestionado por ASISPA.
Por su parte, Soledad Palos, directora del Área de Ayuda a Domicilio de ASISPA, afirma: “Se trata de una actividad muy terapéutica porque la persona tiene que rememorar las historias y contarlas, incluso a veces traen al presente hechos del pasado que nunca habían contado a nadie. Además, este programa se complementa con las actividades y talleres de vida saludable que realizamos con las personas usuarias. Los talleres se desarrollan de forma presencial en nuestras instalaciones y ayudan a que las personas usuarias socialicen, amplíen sus redes afectivas y generen vínculos satisfactorios altamente efectivos para paliar los efectos de la soledad no deseada.
El área de calidad de ASISPA lleva a cabo una minuciosa evaluación de los resultados del proyecto «Haciendo Historia» a través del análisis del discurso (datos cualitativos) y de las diferencias observadas entre medidas (datos cuantitativos). El análisis del discurso indaga especialmente en la fluidez y capacidad de elaboración del relato, reflejo de la propia imagen e identidad, qué impacto tiene el relato sobre la propia persona y como es la reconstrucción de su pasado.
Las personas participantes verbalizaron mejora en el sentimiento de soledad y memoria, con una satisfacción general muy positiva de su participación y un refuerzo en la motivación a hacer lazo social a través de la presentación del “Relato legado”, en formato físico, a sus allegados.
Desde el Área de Teleasistencia, su directora Sonia Zapico corrobora el efecto terapéutico que las personas participantes le reconocen a compartir sus vivencias y reflexionar sobre su significado. Un impacto que alcanza también a los/las profesionales que acompañan ese proceso, que coinciden a menudo al expresar el aprendizaje vital que ha supuesto.
Las palabras de las propias personas usuarias nos dan una idea de la dimensión clínica y emocional del proyecto. Por ejemplo, destacan que aunque el recuerdo de ciertos aspectos puede resultar doloroso es preferible bucear en ellos: “Me ayuda hablar de ello, contarte cómo ha sido mi vida. Yo ahora vivo de recuerdos”. Resaltan el fuerte apego a su familia y dan un gran valor a dejarles como legado el relato que se ha elaborado con sus recuerdos: “¡Verás, qué sorpresa se llevan cuando vean este libro! ¡Esto no se lo esperan para nada!”. Y sobre todo esperan haber transmitido a sus entrevistadoras algo a través de sus experiencias y reflexiones: “La vida es dura, muy dura pero también es bonita. Hay momentos muy felices. Acuérdate de mí y no te quejes del frío o de ese tipo de cosas. Hay que valorar lo que de verdad importa”.
“En ciertos momentos, se le iluminaba la mirada o reía abiertamente y dejaba de tener 86 años, desaparecían los dolores y la tristeza se difuminaba” Son las palabras de una de las profesionales que resumen toda la grandeza de un proyecto de esta naturaleza.
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