Plena Inclusión
Cinco desafíos para garantizar el derecho a un envejecimiento con dignidad
Araceli Martín, coordinadora del área de Envejecimiento de Plena Inclusión Madrid
En una sociedad preocupada por la pirámide poblacional —nacen menos personas y la esperanza de vida aumenta—, el envejecimiento de las personas con discapacidad plantea desafíos que requieren atención integral y personalizada. Hablamos de inclusión, participación, derechos, pero muchas veces obviamos lo que suponen los primeros signos de la vejez en personas y familias.
Un estudio de Plena Inclusión Madrid identifica cinco retos:
- Un reloj que avanza más deprisa. Las personas con discapacidad intelectual envejecen antes. Los signos de deterioro físico o cognitivo aparecen precozmente y se confunden con la discapacidad, retrasando su detección. Es imprescindible el diagnóstico precoz.
- La soledad pesa más cuando no se elige. La soledad no deseada crece en la vejez, agravada por barreras comunicativas, físicas o sociales. No basta con combatir el aislamiento: hay que generar redes de apoyo, fomentar la participación comunitaria y ofrecer espacios y vínculos.
- Un sistema personalizado. No todos envejecen igual, pero los recursos actuales son rígidos. Se necesita flexibilidad y apoyos adaptados.
- Sanidad y servicios sociales: hablar el mismo idioma. La falta de coordinación entre los sistemas sanitario y social persiste. No hay calidad de vida sin una mirada integral, y eso pasa por un enfoque conjunto.
- Pensar en el futuro, hoy. La planificación anticipada no puede seguir pendiente. Hay que acompañar a las familias a decidir y construir los apoyos del mañana sin prisas. Resolver esto exige políticas públicas, inversión, sensibilidad y escucha. Es momento de actuar y apostar por un envejecimiento digno.








