CERMI
Titulares de derechos, no solo beneficiarios de servicios
Álvaro García Bilbao, presidente del CERMI y vicepresidente de PMP
El envejecimiento de las personas con discapacidad es un proceso complejo que involucra derechos, salud, funcionalidad y participación social. Este colectivo enfrenta desafíos específicos que exigen atención especializada y estrategias adaptadas a sus necesidades cambiantes. La progresión de la discapacidad funcional puede reducir la movilidad y la independencia que, junto con comorbilidades, incrementa la complejidad, eleva el riesgo de fragilidad o dependencia, muchas veces evitables, y requiere un manejo multidisciplinar. La equidad en salud sigue siendo un reto destacado.
Sin embargo, los mayores desafíos aparecen en el ámbito de los derechos, donde estas personas sufren edadismo, exclusión social y falta de accesibilidad universal. Es fundamental que sean reconocidas como titulares de derechos, no solo como beneficiarias de servicios. A diferencia de la minoría de edad, que posee una categoría jurídica propia, los mayores carecen de un reconocimiento legal como grupo diferenciado. Precisan ser considerados como un colectivo con características específicas.
Las personas mayores con discapacidad representan la convergencia de dos factores: edad avanzada y discapacidad. Esta doble condición ha sido poco explorada y tratada, lo que agrava la falta de respuesta pública y genera situaciones de inequidad ante la falta de justicia e igualdad en la distribución de recursos, oportunidades o trato, que dificultan o impiden el disfrute de un envejecimiento acorde a su propio proyecto vital de empoderamiento y derechos, como lo haría cualquier otro ciudadano.








