La atención a las personas mayores y dependientes se ha convertido en uno de los grandes retos del siglo XXI para Europa. Con una población cada vez más envejecida, los sistemas de cuidados afrontan una presión creciente, marcada por la falta de profesionales, la escasa financiación y la necesidad urgente de dignificar la labor de quienes sostienen el sector. Las patronales españolas, conscientes del impacto que las decisiones comunitarias tienen en la realidad nacional, refuerzan su papel en los organismos europeos para incidir en las políticas que definirán el futuro de los cuidados.
Las principales patronales del sector (AESTE, CEAPs, FED y Grupo Social Lares) profundizan en los principales retos del sector de los cuidados, así como anticipan cuáles deberían ser las prioridades de las diferentes administraciones públicas en materia de dependencia.
La transformación demográfica que vivimos, caracterizada por el envejecimiento de la población, avanza a pasos firmes en toda Europa. Como consecuencia, los cuidados a personas dependientes se han convertido en un pilar estratégico de las políticas sociales y sanitarias de la Unión Europea. La presión sobre los sistemas de atención por la mayor necesidad de cuidados de larga duración y los retos que afrontan los distintos países no solo son comunes, sino que requieren respuestas coordinadas.
La presencia de las patronales en Europa
En este contexto, las patronales españolas del sector sociosanitario juegan un papel cada vez más relevante en el ámbito europeo, a través de su participación en organizaciones como la Federación de Empleadores Sociales Europeos (FESE), la European Confederation of Care Home Organisations (ECHO), la Red Europea de Envejecimiento (EAN) o la Red Mundial de Envejecimiento (GAN). La implicación en estos foros europeos no es meramente testimonial. La toma de decisiones en materia de cuidados a nivel comunitario tiene una repercusión directa en la configuración del sistema español.
Por ello, las organizaciones patronales españolas han reforzado su presencia e influencia para contribuir como agentes consultivos y ser parte activa del proceso legislativo y normativo que afecta al sector. De hecho, la representación de las patronales españolas es importante en el ámbito europeo. Por ejemplo, el secretario general de la Federación Española de Dependencia (FED), Alberto Echevarría, es secretario general también de la European Confederation of Care Home Organisations (ECHO), y el presidente nacional del Grupo Social LARES, José Luis Pareja, es vocal de la Junta Directiva de la Federación de Empleadores Sociales Europeos (FESE) o Social Employers (SE), y también de la EAN y de la GAN. Por su parte, la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE) pertenece a la FESE desde 2024 y el Círculo Empresarial de Atención a Personas (CEAPs), a través de ACRA, a la EAN.
Esta labor, que muchas veces pasa desapercibida, es fundamental para alinear las políticas nacionales con las directrices europeas y, a su vez, fortalecer y poner en valor el sistema de cuidados en España.
Falta de profesionales, un reestructuramiento global
Entre los principales desafíos que señalan las patronales españolas, y que son compartidos por otros países europeos, destaca la escasez de profesionales. La dificultad para encontrar, contratar y retener personal cualificado en el ámbito de los cuidados no es un fenómeno exclusivo de España, sino una preocupación estructural a nivel continental e incluso global. La demanda de servicios de atención a personas mayores y dependientes es cada vez mayor; sin embargo, la falta de profesionales, como consecuencia de las limitaciones en materia de formación, condiciones laborales y reconocimiento profesional, pone en jaque a un sector imprescindible en nuestra sociedad.
Estar en Europa no es una opción, es una necesidad estratégica para el sector sociosanitario
Uno de los puntos más sensibles, en este sentido, es la complejidad del proceso de homologación y convalidación de títulos profesionales de trabajadores extranjeros. Las trabas burocráticas y la falta de procedimientos armonizados dificultan la incorporación de talento internacional en un sector que, por su propia naturaleza, necesita crecer y diversificarse. Las patronales reclaman medidas a nivel europeo que agilicen estos procesos, al tiempo que se garanticen los estándares de calidad y seguridad en la atención.
Reputación y puesta en valor de la labor del cuidador
Otro aspecto que las organizaciones empresariales del sector consideran crucial es la mejora de la reputación del trabajo en cuidados. Durante años, estas profesiones han sido percibidas como de segunda categoría, con escaso reconocimiento social y profesional. Esta visión ha tenido un impacto directo en la atracción de nuevos perfiles al sector, especialmente entre los jóvenes. Invertir en dignificar la labor de las cuidadoras es una necesidad urgente, no solo desde el punto de vista del empleo, sino también por lo que representa en términos de justicia social y reconocimiento del valor del cuidado en nuestras sociedades. En Europa, ya se están impulsando iniciativas dirigidas a profesionalizar el sector, mejorar las condiciones laborales y fomentar campañas de sensibilización sobre la importancia del cuidado. Las patronales españolas apoyan y participan en estas acciones, al tiempo que insisten en la necesidad de trasladar estas políticas al ámbito nacional.
La financiación: una asignatura pendiente en España
A pesar de los esfuerzos y avances en muchos ámbitos, las patronales coinciden en que España sigue teniendo una debilidad estructural en lo que respecta a la financiación del sistema de cuidados. En comparación con otros países de la Unión Europea, la inversión pública destinada a este sector sigue siendo insuficiente, con una aportación al PIB muy por debajo de la media comunitaria. Esta infrafinanciación no solo limita la capacidad de mejora del sistema, sino que genera una dependencia excesiva de las familias y del propio sector privado. Desde las patronales se reclama un compromiso político claro que contemple un aumento significativo de los recursos públicos destinados al cuidado de las personas mayores y dependientes, en línea con las recomendaciones europeas. La sostenibilidad del modelo pasa, inevitablemente, por reforzar su financiación, garantizar la calidad del servicio y asegurar condiciones laborales dignas para los profesionales del sector.
En comparación con otros países de la Unión Europea, la inversión pública destinada a este sector sigue siendo insuficiente.
Los retos del sistema de cuidados no entienden de fronteras. La necesidad de crear un modelo europeo de cuidados sostenible, equitativo y profesionalizado es una tarea común que requiere diálogo, colaboración y visión a largo plazo. En este escenario, la participación de las patronales españolas en los órganos de representación europeos es más que una cuestión estratégica: es una herramienta para incidir en las políticas que definirán el futuro del cuidado en Europa y, por extensión, en España. La convergencia entre políticas nacionales y europeas en el ámbito de los cuidados es, por tanto, una oportunidad para avanzar hacia un modelo más robusto, justo y preparado para responder a las necesidades del mañana.
Conoce los principales desdafíos y prioridades en el sector de los cuidados de la mano de AESTE, CEAPs, FED y Grupo Social Lares.








