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Cómo prevenir el síndrome del cuidador y el estrés provocado por el cuidado

Ya sea por un problema crónico o porque han visto debilitada su salud debido a la pandemia, muchas personas tienen que recurrir a los cuidados de algún familiar o de un profesional. Pero todavía no se tiene consciencia de algunos problemas a los que se exponen estos encargados, como el síndrome del cuidador o el estrés provocado por el cuidado.

Las personas que dedican a los cuidados en ocasiones sufren sobrecarga de responsabilidades que puede derivar en problemas más serios. Por eso, es importante saber cómo prevenir el síndrome del cuidador y el estrés provocado por el cuidado. Aquí te lo contamos.

¿Qué es el síndrome del cuidador?

Antes de todo, veamos en qué consiste esta patología. El síndrome del cuidador aparece cuando se dedica mucho tiempo a atender a una persona dependiente y se van descuidando otros aspectos de la vida personal que también son muy importantes para el bienestar.

En algunas ocasiones, los cuidadores pueden sentirse frustrados, con la sensación de no llegar a todo lo que tienen que hacer. La situación los absorbe de tal manera que muchas veces se ven obligados a dedicar menos tiempo a sus hijos, pareja o amigos, o a dejar de hacer aquellas cosas que les gustaban y les proporcionaban bienestar, acusando una gran sensación de falta de libertad.

Consecuentemente, uno de los principales riesgos para el bienestar del cuidador es caer en el aislamiento social, en depresión o ansiedad. Si problemas os sobrepasan, no os preocupéis, siempre tendrás a tu disposición psicólogos especialistas en ansiedad, depresión y estrés con los conocimientos necesarios para ayudarte a superar esa difícil situación.

¿Cuáles son los indicios de sufrir el síndrome del cuidador?

Existen una serie de señales que pueden alertarnos de que una persona de nuestro entorno o uno mismo está sufriendo el síndrome del cuidador:

En un inicio aparecen algunos síntomas como el cansancio persistente al mismo tiempo que problemas del sueño, y en consecuencia una elevada irritabilidad.

Si este síndrome está más desarrollado también se puede apreciar que la persona que lo sufre muestra desinterés por sus aficiones y nuevas experiencias, abandono de su vida personal, y en los casos más extremos aislamiento social.

Algunos de estos síntomas también aparecen con la depresión o la ansiedad, y es que el síndrome del cuidador puede aparecer junto a estas enfermedades.

¿Cómo se puede prevenir el síndrome del cuidador?

El primer paso para prevenir esta enfermedad, es conocerla. Para intentar evitar el síndrome del cuidador es necesario saber que existe el riesgo de sufrirlo. A partir de ahí, se pueden cambiar algunos hábitos para alejarte de él y crear una relación más sana con tus propias obligaciones.

Es importante saber y permitirse pedir ayuda. Muchas veces, inmersos en una rutina agobiante y con poco tiempo de descanso, nos acostumbramos a cargar nosotros solos con nuestros problemas.

Mucha gente no pide ayuda cuando la necesita, quizá porque piensa que va a ser una molestia o, en este caso, porque se piensa que un cuidador no debe demandar cuidados.  Pero claramente, esto no es así. A tu alrededor seguro que encuentras personas dispuestas a ayudarte con tus problemas y con ánimo para encarar los problemas contigo.

Es imprescindible reconocer y expresar los sentimientos propios. Porque no se nombre un problema, no va a desaparecer. Al revés. Para que los demás comprendan tu situación y puedan ayudarte con lo que te está ocurriendo, tienes que prestar atención a tu estado anímico y no ignorar a tus emociones. Y por supuesto, perder el pudor a expresarlas, ya que, si requieres de la ayuda de un profesional o de alguien de tu entorno, es la única vía de que ellos te la puedan brindar.

Permítete disfrutar de tu tiempo libre. Muchas veces, el síndrome del cuidador aparece porque la persona que lo padece se ha volcado demasiado en su trabajo, olvidándose del cuidado de uno mismo y abandonando otros aspectos de su vida. Es recomendable tener aficiones que te ayuden a desconectar de las preocupaciones del trabajo en tu tiempo libre. Y por aficiones se entiende cualquier actividad con la que se disfrute: hacer deporte, pasar tiempo con tu familia, tomar un café, leer una buena novela…

Esperamos que te sean útiles estas recomendaciones. Y recuerda, no dudes en pedir ayuda profesional si sientes que lo necesitas.

REDACCIÓN BALANCE

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