La teleasistencia ha pasado de ser una solución enfocada únicamente en la atención a personas mayores a un servicio versátil y adaptable que abarca diferentes contextos y necesidades. Ahora, la teleasistencia se aplica no solo a los mayores, sino también a personas con discapacidad, pacientes crónicos, personas que viven solas y, en algunos casos, incluso a trabajadores expuestos a situaciones de riesgo o aislamiento. Teléfonos contra la soledad, para prevenir suicidios, ayudar a las víctimas de la violencia de género o incluso para proteger contra los delitos de odio son algunos ejemplos donde la teleasistencia ha ayudado a muchas personas.
El desarrollo y la disponibilidad de tecnologías más avanzadas han sido un factor clave en el cambio del uso de la teleasistencia, según este análisis de Vivofácil. Con la proliferación de dispositivos inteligentes, aplicaciones móviles y sistemas de monitoreo remoto, la teleasistencia se ha vuelto más accesible, efectiva y fácil de usar. Estos avances han permitido que las personas accedan a los servicios de teleasistencia desde cualquier lugar y en cualquier momento, proporcionando una sensación de seguridad y tranquilidad en sus vidas cotidianas. Con la innovación tecnológica, la teleasistencia fija y móvil ofrece muchas las soluciones a cada situación, ya que no tiene por qué implicar el estar siempre en casa.
La evolución del uso de la teleasistencia ha ido acompañada de un cambio en la percepción social de este servicio. Anteriormente, la teleasistencia podía ser percibida como una señal de vulnerabilidad o dependencia, lo que a veces generaba rechazo al utilizarla. Sin embargo, la tecnología moderna ha logrado cambiar esta percepción, presentando la teleasistencia como una herramienta empoderadora que brinda autonomía y seguridad a las personas. Muchas compañías, además, las ofrecen dentro de los planes de bienestar corporativo y conciliación con sus familiares. Ya no hablamos de un botón de telemonitorización, sino un programa completo de servicios, que incluyen: consultas médicas y psicológicas, asistente para temas de ocio y entretenimiento, telefarmacia de medicamentos, consultas con abogados, etc.
A medida que la teleasistencia se ha vuelto más prominente, se ha profesionalizado el sector. La educación sobre las capacidades de la teleasistencia y su impacto positivo en la vida de las personas ha contribuido a aumentar su aceptación y adopción en la sociedad.
Con el continuo avance de la tecnología y la creciente conciencia sobre los beneficios de la teleasistencia, se espera que este servicio juegue un papel aún más relevante en el sistema de atención médica y bienestar social de España en los próximos años. La combinación de la tecnología con la empatía y el cuidado humano ha hecho de la teleasistencia una herramienta poderosa para brindar apoyo, protección y comodidad a las personas en diferentes etapas de sus vidas.
Como parte del compromiso con el bienestar integral de los mayores, se ha implementado el Programa «Ilumina una vida» en colaboración con la Fundación Vivofácil (antes Fundación Alares). A través de este programa, diferentes profesionales y voluntarios ofrecen compañía a los mayores una vez a la semana durante dos horas. Este tiempo compartido incluye conversaciones, lectura, paseos y la oportunidad de compartir inquietudes, brindando un valioso apoyo emocional y social.
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