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Beneficios del Aquagym para las personas mayores

beneficios del aquagym en personas mayores

La soledad no deseada cada vez afecta a más personas mayores. 9 de cada 10 cree que es un problema social bastante o muy importante que puede conducir a enfermedades físicas y/o mentales.  Para reducir o revertir esta situación la residencia de ancianos Ballesol Patacona de Valencia ha programado durante el periodo estival cursos de Aquagym, Taichi y Gimnasia Acuática.

Los participantes – ocho por sesión-  tienen entre 75 y 90 años y entre  dos y cuatro  días a la semana complementan las clases en la piscina de la residencia con los baños y ejercicios de gimnasia en la playa.  En ambos escenarios el objetivo es complementar ejercicios de flotabilidad con churros o pequeñas mancuernas con la flexión de brazos, los desplazamientos laterales o rutinas de yoga acuático.  Estas actividades favorecen el desarrollo personal y social de la persona mayor, ya que facilita la abstracción de barreras sociales, situaciones de edadismo y potencia todo lo relacionado con la afectividad. “Quienes participan regularmente en actividades grupales como aquagym, natación o baile acuático en grupo muestran menos niveles y riesgo de soledad por el apoyo social percibido”, comparten Andrea Bailo, fisioterapeuta y Javier Simarro, Técnico de Animación Sociocultural (Tasoc), encargados de impartir y supervisar las clases en Ballesol Patacona. 

Entre las consecuencias de la soledad no deseada se encuentran factores físicos como la pérdida de salud, la discapacidad sobrevenida o las barreras de movilidad. El agua y su contexto se convierten en un factor social para evitar el aislamiento, la pérdida de redes de amistad y de  relaciones… A más ejercicio y apoyo social, menos soledad” , argumentan los profesionales de Ballesol.

Beneficios del Aquagym para las personas mayores

Beneficios físico y mentales

Hay evidencias que de que el ejercicio físico regular tiene notables beneficios físicos y psicosociales. Para los profesionales de esta residencia para personas mayores el estímulo que está provocando el ejercicio en piscinas y playas adaptadas para la población más mayor está consiguiendo:

  • Bajo impacto articular: Ideal para personas con movilidad reducida, sobrepeso o lesiones, ya que el agua reduce el peso corporal y el riesgo de lesiones.
  • Mejora del estado de ánimo: La actividad física libera endorfinas, que ayudan a combatir la ansiedad y la depresión.
  • Relajación y reducción del estrés: El agua tiene un efecto tranquilizante que ayuda a reducir el estrés acumulado.
  • Mejora de la salud cardiovascular y muscular: Fortalece el corazón, los pulmones y los músculos.

En cuento a los beneficios sociales y emocionales destacan: 

  • Fomenta la socialización: Las clases grupales en el agua (como aquagym o natación) facilitan el contacto con otras personas, creando lazos y sentido de pertenencia.
  • Rompe el aislamiento social: La rutina de asistir regularmente a una piscina o centro deportivo promueve la interacción y reduce el tiempo en soledad.
  • Aumenta la autoestima y la motivación: Participar y sentirse parte de una actividad refuerza la autopercepción positiva.
  • Ambiente inclusivo: El medio acuático nivela las capacidades físicas, haciendo que personas de diferentes edades o condiciones puedan ejercitarse juntas.

Contexto favorable

Las sesiones en la residencia se desarrollan en una piscina adaptada para la terapia en el agua, con rampa, accesible para personas con discapacidad y con todo tipo de material auxiliar de flotación y resistencia.

  • Espacios seguros y controlados: Las piscinas suelen ser entornos acogedores y supervisados, lo que proporciona seguridad física y emocional.
  • Programas específicos para adultos mayores o grupos vulnerables: Muchas instalaciones ofrecen clases adaptadas, lo que favorece la participación de personas que normalmente se sienten excluidas de otras actividades deportivas.

 AquaWoman con 84 años

A Rosario le encanta el mar. Pero no fue el motivo que la llevó a Ballesol Patacona, por lo menos al principio. Ingresó por un problema que se fue encadenando entre adversidades. Una movilidad cada vez más reducida sobre una silla de ruedas y acompañada de un estado de ánimo decaído.

Empezó con una rehabilitación en el gimnasio. Un escenario poco motivante “aunque recomendable”,se ríe ahora. El equipo de fisioterapeutas de la residencia le animó a complementar el gimnasio con actividades acuáticas. “¿Aqua..qué?” dijo antes de sumergirse  en la piscina adaptada.

Cada semana al ritmo de la música se ejercita con sus mancuernas Aquaeróbic. Se lleva el noodle de piscina al mar. Y el andador. “ De no haber estar aquí me hubiera quedado postrada en la silla de ruedas. Todo tiene un esfuerzo pero no hay mejor recompensa que tener salud y estar acompañada”, al hacer referencia al agua como espacio para evitar el aislamiento.

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