“Aproximadamente 1 de cada 3 adultos de más de 65 años sufre una caída cada año”. Una cifra alarmante a la que los profesionales de Ballesol añaden el riesgo de “incrementarse según avanzamos en edad, al miedo a volvernos a caer, sufrir restricciones en la movilidad, fragilidad, deterioro funcional o disminución de la actividad”. Por eso en sus 51 residencias cuentan con programas para reducir y/o revertir este problema. “Aquí apostamos por una continuidad en los cuidados más que en una revolución de estos”, coinciden los médicos, terapeutas ocupacionales, enfermeros, fisioterapeutas al hablar del aumento de estancias en estas residencias por fracturas de cadera. Hay más motivos para entender que una residencia Ballesol sea la primera opción para cualquier tipo de Recuperaciones post-operatorias, como la recuperación de una fractura de cadera, rehabilitación o atención a la fragilidad.
“La falta de información y de un cuidado más personal, incluso excesivo en lo burocrático” desespera a muchas familias que terminan por recurrir a estos profesionales. Poner en valor los cuidados es apostar por una nueva forma de envejecer. Y en Ballesol lo entienden desde un enfoque por estar “siempre acompañados”. Sus profesionales hablan del hecho de haber conseguido “adaptar las residencias a las necesidades del residente. Asemejando los espacios, la arquitectura, las rutinas, a su propio hogar”.
Contextualizar la importancia de un abordaje interdisciplinar de la fragilidad en la población más mayor (a partir de 80 años) la prevalencia de este síndrome biológico se sitúa en un 9,9 % en cuanto a sujetos frágiles y se dispara hasta un 44,2% para sujetos pre frágiles, un porcentaje bastante significativo… que crece exponencialmente hasta el 69% en mayores institucionalizados.
Una prevalencia, aprecian desde Ballesol, que aumenta con la edad, afectando en el número de casos el doble a la mujer. Desde la experiencia en las residencias de Ballesol, Jorge Núñez, coordinador de fisioterapia de esta compañía aconseja una intervención interdisciplinar que incluya “ejercicio físico, nutrición adecuada, aporte de Vitamina D, reducción de polifarmacia y un buen soporte social”. Aunque la actividad física pueda ser el principal factor de protección de la fragilidad, “siendo capaz incluso de ayudar en el proceso de reversión”, desde su conocimiento en el trabajo diario en los centros residenciales de Ballesol, “la actividad física no es suficiente”.
La explicación que el coordinador se basa en las intervenciones que han obtenido mejores resultados en las residencias Ballesol y que combinan el ejercicio multicomponente con Nutrición. “El ejercicio físico actúa directamente sobre dos dominios directos de la fragilidad, reduciendo las caídas y siendo protector frente al deterioro cognitivo” aspectos muy relacionados con el proceso fisiológico de envejecimiento.
Desde esta realidad la importancia de adecuar protocolos que permitan identificar los problemas de salud del paciente, planificar y llevar a cabo los cuidados necesarios, serán fundamentales para una mejora de la salud del residente.
Ballesol aspira a contribuir al mantenimiento de un buen nivel de salud de sus residencias a través de nuevos proyectos de i+D que puedan fortalecer sus sistemas de cuidados.
La transformación digital que conlleva ha posibilitado que sus residencias sean referentes en el desarrollo de diferentes iniciativas y actuaciones. Así, ante fracturas de cadera, prótesis de rodilla, secuelas por inmovilización, enfermedad pulmonar obstructiva, enfermedades neurológicas o accidentes cerebrovasculares, todos sus centros ofrecen una respuesta geriátrica óptima aplicando terapias para la recuperación funcional, cognitiva o neuropsicológica.
Ballesol ha dotado a todos sus centros residenciales de recursos tecnológicos innovadores para el diagnóstico y tratamiento de cualquier patología, siendo todos ellos, la primera opción para cualquier problema de salud o recuperación de autonomía por parte de la persona mayor.
Con espacios de vida lo más parecidos a una casa, las residencias Ballesol apuestan por la pedagogía participativa para facilitar el acceso a una vida más creativa, enriquecedora y activa. Para ello, todos los usuarios tienen acceso a los Programas de Animación sociocultural. “La integración en un entorno sociocultural y la correspondiente capacidad de cada persona para transformar ese entorno se logra gracias a las actividades que tanto en el interior como en el exterior de las residencias plantean sus profesionales, apostando, por ejemplo, por la inter-generacional, los proyectos en familia, los talleres de gastronomía, laborterapia, Nuevas Tecnologías…”, enumeran desde el departamento de técnicos de animación socio cultural (TASOC) de las mejores residencias de ancianos: Ballesol.
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