En una sociedad que envejece a un ritmo cada vez más acelerado, reconocer y poner en valor la experiencia de las personas mayores es una tarea urgente y necesaria. Lejos de ser meros receptores de cuidados, los mayores son auténticos agentes de cambio, transmisores de sabiduría y referentes de resiliencia. En torno a ellos se construyen comunidades más humanas, solidarias y cohesionadas. Desde esta convicción, el Grupo Ballesol trabaja día a día para promover el envejecimiento activo y contrarrestar el impacto de la soledad no deseada en sus residencias de mayores.
La soledad es uno de los grandes retos sociosanitarios de nuestro tiempo. El aislamiento no solo afecta al bienestar emocional, sino que también puede acelerar el deterioro físico y cognitivo. Para afrontarlo, Ballesol ha desarrollado un modelo de atención centrado en las relaciones, donde cada residente es único. Al ingresar en una de sus residencias de tercera edad —ya sea una persona autónoma o dependiente—, un equipo interdisciplinar analiza su historia de vida, sus gustos y preferencias, diseñando un programa individualizado que atiende tanto a sus necesidades físicas como a sus aspiraciones vitales.
Esta valoración integral se traduce en espacios participativos y llenos de vida. En los centros Ballesol, la interacción y la convivencia son pilares esenciales. Los talleres intergeneracionales, por ejemplo, es una de las actividades más enriquecedoras: niños, jóvenes y mayores comparten experiencias, creatividad y aprendizajes, generando vínculos que trascienden edades. En estas dinámicas, las personas mayores se convierten en maestros de vida, transmitiendo valores como el respeto, la empatía o la paciencia, mientras descubren en las nuevas generaciones la ilusión y la frescura de un mundo en constante evolución.
Actividades que fomentan la creatividad, fortalecen la autoestima y la sensación de pertenencia
Del mismo modo, la participación en actividades culturales, artísticas y educativas forma parte del día a día en las residencias y apartamentos para mayores Ballesol. Desde terapias con animales, talleres de pintura, teatro o música, hasta talleres de reminiscencia basados en el fútbol, la escritura o visitas a museos, los residentes se mantienen activos, conectados y emocionalmente estimulados. Estas propuestas no solo fomentan la creatividad, sino que también fortalecen la autoestima y la sensación de pertenencia, claves para un envejecimiento saludable.
El compromiso de Ballesol con el bienestar integral de las personas mayores se refleja en cada detalle de sus residencias de mayores. Suites y apartamentos adaptados, atención médica de calidad, terapias personalizadas y un entorno humano que favorece las relaciones y el disfrute del presente. Todo ello con un objetivo común: que cada residente viva con plenitud y dignidad, manteniendo sus capacidades y su participación social el mayor tiempo posible.
Las generaciones mayores son el reflejo de nuestra historia y la inspiración para construir un futuro más solidario e inclusivo. Su experiencia no es pasada, es presente y guía.
Ballesol lo demuestra cada día con una visión de cuidado que combina profesionalidad, respeto y cariño. Porque envejecer activamente es seguir aportando, y porque el valor de la experiencia —cuando se comparte— transforma a toda la sociedad.
