Este próximo 1 de marzo, Amavir abre una nueva residencia de mayores en Cuidad Real. El centro dispone de 158 plazas repartidas en 113 habitaciones (68 individuales y 45 dobles). Se trata de la sexta residencia de Amavir en Castilla-La Mancha y la segunda en la provincia de Ciudad Real, donde gestiona también para la Junta el centro Don Quijote de Tomelloso.
En toda la comunidad, la compañía cuenta con 838 plazas de residencia y 170 plazas de centro de día. A nivel estatal, con esta residencia Amavir gestiona ya 43 centros en 7 comunidades autónomas (Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra, Murcia y Canarias), con 6.556 plazas residenciales y 1.340 de centro de día, y una plantilla de 4.500 trabajadores, siendo así uno de los operadores líderes del sector.
Estos días se está terminando de poner a punto el centro para recibir a sus primeros residentes. Y se están incorporando los trabajadores, que llegarán casi al centenar cuando el centro esté lleno. La plantilla estará compuesta por profesionales de muy distintos ámbitos para ofrecer una atención integral a los usuarios: medicina, enfermería, trabajo social, terapia ocupacional, psicología, fisioterapia, personal gerocultor, limpieza, lavandería, cocina, mantenimiento, recepción…
Características de la residencia
Esta nueva residencia de mayores en Cuidad Real, construida por la empresa ALFER, está diseñado hasta el más mínimo detalle para ofrecer todas las comodidades y atenciones a las personas mayores y dependientes, haciendo que se sientan como en su propio hogar.
El centro se estructura en planta baja y cuatro plantas. En planta baja está ubicada la recepción y despachos de dirección y administración. La primera planta incluye las salas de fisioterapia y terapia ocupacional, despachos médicos y de enfermería, zonas de convivencia y cafetería, peluquería, lavandería y cocina, así como el módulo para personas con Alzheimer. En las plantas segunda, tercera y cuarta están el resto de habitaciones, que se reparten en distintas unidades de convivencia independientes, con su propia sala de estar y comedor.
Con esta estructura se busca que en cada unidad vivan personas con unas condiciones de salud o características similares, lo que facilita una mejor adaptación y atención por parte de los profesionales y un seguimiento más personalizado. Uno de esos módulos está especializado en personas con Alzheimer y otro tipo de demencias severas. Todas las habitaciones cuentan con su propia dotación de mobiliario adaptado y baño geriátrico, pero podrán ser decoradas a gusto de los residentes con sus enseres personales si así lo desean. La residencia dispone también de terrazas en cada planta y de una gran terraza en la azotea para disfrute de residentes y familiares.
La residencia ofrecerá estancias permanentes y también estancias temporales (respiro para familiares, convalecencia, rehabilitación…). Desde el punto de vista arquitectónico, se han cuidado las medidas de diseño y materiales para conseguir altos niveles de eficiencia energética y sostenibilidad.