“Este cambio estacional supone oportunidades para los mayores. La combinación de temperaturas suaves y días más largos ofrece un entorno favorable para la práctica de dinámicas que promueven la salud física e impactos positivos en el bienestar emocional. Por un lado, permite una mayor exposición al sol que contribuye a la síntesis de vitamina D, esencial para la salud ósea y el sistema inmunológico. Por otro lado, la conexión con la naturaleza y la posibilidad de socializar mejoran el estado de ánimo y la reducción del estrés”, explica David Curto, director médico de Sanitas Mayores.
Ante esta situación, David Curto ha preparado un listado con una serie de actividades que los mayores pueden disfrutar durante la primavera:
Realizar ejercicio en el exterior brinda una forma suave de entrenamiento, alentando la movilidad y reforzando los músculos. Al mismo tiempo, contribuye a mantener la salud física, aumenta la flexibilidad y promueve la socialización entre participantes. Si, además, se combina con paseos, los mayores pueden participar en el reto de ejercicio físico de Sanitas Healthy Cities, en el que invita a caminar 6.000 pasos al día para contribuir a mejorar su estado de salud y la protección del medio ambiente.
Disfrutar de comidas al aire libre fomenta la interacción social y el contacto con la naturaleza. Además, incita la socialización, proporciona momentos de relajo y renueva el estado de ánimo a través del disfrute de la naturaleza.
Se trata de una acción de bajo impacto que desarrolla la resistencia cardiovascular y la salud muscular, ya que tonifica las piernas. Cabe mencionar que es una opción recreativa que se adapta a diferentes niveles de habilidad.
La petanca o el bádminton otorgan una función lúdica que impulsa la coordinación y la movilidad a través de una actividad física moderada. Por otra parte, también se estimula la movilidad y se produce una competencia amistosa que fortalece las relaciones.
Esta acción combina el placer de la lectura con la oportunidad de compartir experiencias literarias, animando así la expresión de ideas y creando un espacio social para compartir gustos personales.
Esta actividad ofrece un dinamismo físico divertido y socialmente interactivo. Además, permite mejorar la salud cardiovascular, robustece la coordinación y promueve la alegría y la conexión social.
Estimulan la creatividad proporcionando una salida emocional a la vez que combinan la expresión artística con la apreciación de la belleza natural.
Estas actividades respaldan un envejecimiento saludable y feliz y desempeñan un papel fundamental en la promoción de prácticas sostenibles. Al conectar a las personas mayores con la naturaleza y alentar opciones de ocio que respetan el medio ambiente, se construyen comunidades más conscientes y se preserva el entorno natural, cuidando así de la salud del planeta y, por ende, la salud de las personas”, termina David Curto.
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